El 31 de diciembre del 2006, días de evaluaciones y proyecciones, Carlos Peña publicó en El Mercurio una columna que llamó El año de las cenizas. En las últimas líneas escribe que el 2006 "no es- pero puede ser" el año en que la centro izquierda renovó su proyecto político. El rector va al salvataje de su coalición basandose en una narrativa con dos ejes: "el de la cohesión social y el riesgo compartido". Siguiendo la linea de Peña, creo que el 2007 "no es- pero puede ser" el año en que la Concertación deje de existir, espiritualmente al menos. Un año lleno cenizas, iniciado kafkianamente por el PPD. Aqui el extracto de las palabras de Peña.
"En otras palabras, se abre una oportunidad para un nuevo proyecto historico: el del transito desde un Estado contributivo a uno de prestaciones universales en salud, pensiones y educacion. Es dificil exagerar la importancia de este proceso que parece ser una salida al dilema eterno de la centroizquierda: como mantener la modernizacion sin la fidelidad estricta al modelo que se instalo en los años ochenta. En esos años, el riesgo y el futuro se privatizaron casi del todo y solo quien pagaba podia evitar las contingencias. A partir del 2006, en cambio, empeza a dibujarse -con la comision Marcel, la consolidacion del Auge y las reformas a la educacion- otro arreglo social: el de un Estado que instituye a sus ciudadanos en acreedores de ciertos bienes basicos.
Si se piensa bien, no es poco como proyecto político para la centroizquierda: construir una sociedad en que se alienta la eficiencia a punta de incentivos, pero donde, al mismo tiempo, se aseguran ciertos bienes basicos, el riesgo se comparte y se estimula la lealtad entre sus miembros.
Por eso el 2006 no es -pero puede ser- el año en que se renueven las ideas de la centroizquierda en torno a una nueva narrativa: la de la cohesion social y el riesgo compartido."
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