miércoles, 31 de enero de 2007

Intelectuales al salvataje de la Concerta


La Concertación sigue buscando salidas a su crisis. Sus intelectuales está preocupados y trabajando. Los de la Alianza miran con gusto el espectáculo pero no se están esforzando mucho en proponer otra cosa. Como varios pensamos, eso solo será creado por una nueva generación. Pero volvamos a la concerta. El rector de la Portales tiró la primera piedra con su columna El año de las Cenizas que comenté en el post Peña en busca de una narrativa para la izquierda. Ahí propone un potencial nuevo relato. Hace una semana, Agustin Squella escribió en El Mercurio la columna ¿Renovar o refundar?. En síntesis dice "Cuando hablo de refundar la Concertación no lo digo en el sentido de recrearla sobre bases partidarias y ciudadanas distintas, sino en el de concordar, explicitar y difundir las razones que la sustentan. Razones que estarían encaminadas a persuadir a quienes se sienten identificados con ella, vale decir, la mayoría, de que la Concertación conserva sentido, actual y futuro, y que sigue habiendo buenas "razones" -valga la redundancia- para preferirla y para continuar creyendo en ella." Como ve usted, castellano claro. Pero eso no es todo. Ahora Navia en la columna Bachellet y el Estado paternalista hace una nueva propuesta muy en la línea de Peña. El académico dice "El estado paternalista es contrario a la visión neoliberal que privilegia derechos individuales de propiedad. Pero también está en profunda contradicción con la postura progresista de la izquierda moderna de una sociedad donde las personas tienen derechos intrínsecos. El neoliberalismo y el progresismo concuerdan en que los individuos deben ser libres para elegir y que el estado debe cumplir funciones básicas que garanticen los derechos pero no restrinjan las libertades. Por eso, en su intento por consolidar un estado con red de protección social, Bachelet puede construir alianzas con los neoliberales para poner fin, de una vez por todas, a la concepción de un estado paternalista."
Si bien lo de Navia parece un ejercicio propio de un contorsionista, es innegable su esfuerzo. La izquierda se está pensando así misma, tiene conciencia de la crisis y de la necesidad de un nuevo relato. Con todo, le veo mal pronóstico a estos intentos pues la realidad de la concerta radica en el término de su razón de ser, de su origen fundacional: el No y la transición a la democracia. Por ahora, esperamos la columna de un infaltable en estos ejercicios de intelectuales públicos: Tironi.

3 comentarios:

Luis Argandoña dijo...

Creo que Pato Navia va un poco lejos con su argumentación. Creo que pone las cosas de un modo algo simplista.
Tony Blair, socialdemócrata, progre, abolió la cláusula 5 de su partido para abrazar la propiedad privada y el libre mercado. Es decir, hizo la "alianza estratégica" progre+liberalesdederecha, de la que habla Navia. Y sin embargo, ahora El Economist y mucha gente se queja del "estado paternalista blair": No te dejan engordar como quieras, no te dejan morirte de tabaquismo si se te antoja, te obligan a ir a una guerra que no importa, etc, etc.
La modernidad líquida da para todo, pero la cosa no es tan simple..

Hernán Larraín M. dijo...

Estoy de acuerdo. Lo de Navia es "mucho con demasiado". Con todo, lo que encuentro jugado, es que se hace cargo de la trizadura principal de la concertación. Y aunque busque soluciones mágicas, pretende darle sentido al desafío de Bachellet: profundizar un estado paternalista en manos de economistas liberales. Por ahí funciona. Al final la concertacion, como dice Galetovic, sabe como distribuir las platas pero no generarlas. Así, la "red de protección" puede terminar siendo un proyecto rentable para la presidenta aunque mediocre para el país.

Luis Argandoña dijo...

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