miércoles, 9 de abril de 2008

DEMOS: La política de todos los días

DEMOS, el Think Tank ingles de la "democracia de todos los días", acaba de publicar su proyecto Everyday Democracy index. Se trata de un estudio sobre el estado de salud democrática de 25 países europeos. Demos, un reconocido cerebro programático y generador de políticas públicas en la época Tercera vía+Tony Blair, incluye en su presentación este sólido video(ingles) donde comunican el espíritu de la investigación: el desafío democrático actual está más allá del voto y la clase política. La clave está en la tensión entre la superación de los desafíos sociales a través de la acción colectiva y el espacio de las aspiraciones individiales. Entre los compromisos comunitarios y la esfera personal. Entre el "yo" y el "nosotros".

domingo, 6 de abril de 2008

Age of the humble politician




Jeremy Hunt MP es "Shadow Secretary" para la cultura, los medios y el deporte en Uk

Much has been written about the record levels of cynicism about politicians in the UK. But few have linked this rise in disillusionment to something else that has been happening simultaneously, namely the rise of the internet. One of the reasons the game may be up for Gordon Brown is that so far it is the right in British politics that seems to “get” these changes more than the left.

Technology now empowers people in a way that fundamentally changes their attitude to the State. Labour’s “wise state” model has been replaced by “wise citizens” who demand to participate actively and equally in the decisions that effect their lives. The idea of electing someone else to take all the decisions that affect your life for the next five years is dead.

Two forces have been unleashed which have a direct impact on politics. The first is the widespread availability of information – ask any MP about the impact of websites like Theyworkforyou. The second is development is the way the internet makes possible collaboration between citizens in a way that totally by-passes traditional power structures.

Later today at a Reform event on new media and politics I will be exploring why the right has been making the running in this debate. For instance David Cameron has proposed that citizens should have the right to google all expenditure by government departments over £25,000. George Osborne has talked about “open source politics.” Boris Johnson has suggested making public crime mapping in London.

The right gets the internet more than the left because it has always believed in decentralising power. If the slogan for the left has traditionally been “for the many and not the few” for the right it has been “power to the many and not power to a few.” The internet makes this possible in a way that is unprecedented in history.

Perhaps the real reason the internet revolution appeals to the right is the way it makes possible a new kind of collaborative individualism which allows the achievement of collective goals without top-down “nanny state” direction. Wikipedia is the best-known example of this – but the same approach can benefit voluntary organisations, residents associations, indeed any organisation set up to harness the energy, ideas and enthusiasm of citizens to deal with pressing social problems.

The hesitation from the left may be because it sees less of a link between the internet revolution and traditional left-wing concerns over social justice. If so, they are greatly mistaken.

Collaborative individualism can transform the delivery of services to the most socially disadvantaged. Look at the power of parents in Sweden and Holland, who have transformed the education systems in those countries by collaborating to set up new schools. Or the power of patients to manage and improve the healthiness of their lifestyles by public health messages spread through the power of the internet. Or disabled welfare claimants able to work from home on a computer.

The challenge for the left is that many of these changes depend on forging a new compact between citizen and state, one based on an equal partnership rather than master-servant. This is a debate about power and not about technology.

Right or left, this new environment requires a different kind of politician. The most popular websites are trusted, transparent and responsive to users. The best politicians will need to be the same. The age of the humble politician has arrived.

lunes, 31 de marzo de 2008

Temporada de propuestas



Este fin de semana fue el de las propuestas. Tanto la revista Qué Pasa como Reportajes de El Mercurio, incluyeron sus 75 y 100 propuestas para Chile, respectivamente.
Me quedo con el ganador: Qué Pasa. Y porque en pedir no hay engaño... paso a seleccionar las diez que me parecen las más potentes.

5. "Comprar" los estatutos docente y administrativo
Dos de los motores más importantes en el desarrollo de nuestro país -educación y reforma al Estado- son frenados por la rigidez institucional que les imponen sus respectivas normativas. "Gracias" al Estatuto Docente y al Estatuto Administrativo tanto los profesores como los funcionarios públicos gozan en la práctica de inamovilidad. A lo anterior se suma la falta de incentivos para "hacer bien la pega".
Chile no será un "país mejor" mientras no remueva estos verdaderos lomos de toro que le impiden apretar el acelerador. Eliminar la inamovilidad requiere indemnizar a los trabajadores por la pérdida de este beneficio, así como también por el cambio en los parámetros con los que serán evaluados. Hay que comprar el Estatuto Docente y el Estatuto Administrativo. ¿Caro? Puede ser, pero asegura alta rentabilidad. Aprovechemos que están los recursos del cobre.

Soledad Arellano. PhD en Economía del MIT. Profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez

7. Transparentar la acción de todas las instituciones benéficas
Tal como se les exige a los emisores de valores, las entidades benéficas deberían mantener disponible al público su información financiera, los datos sobre su gestión y administración, y los indicadores internacionalmente aceptados sobre eficiencia y alcance de su acción. Todo ello, en una plataforma tecnológica con términos similares a la estructura regulatoria y de información que contempla el Registro de Valores que lleva la SVS. Esto podría quedar en manos de la misma SVS, o del Ministerio de Justicia. Al tener todos los programas de acción social y cultural el mismo régimen jurídico de información, transparencia y supervisión, podrían ser los ciudadanos, debidamente informados, quienes premien mediante sus contribuciones a los que representen un mayor aporte a la sociedad.
Fernando Barros. Abogado, socio de Barros & Errázuriz

13. Servicio País 2.0: Del mundo privado al público
La idea es establecer un programa donde profesionales -ya no tan jóvenes como los de Servicio País, sino con cierta experiencia en el sector privado, idealmente en posiciones de jefatura- se desempeñen en el sector público, particularmente en áreas donde se requieren capacidades de gestión, como servicios, municipalidades, empresas del Estado, ONGs, etcétera, preferentemente en proyectos específicos, ya que estarían en estas posiciones entre uno a dos años, y luego regresarían al sector privado.

Permitiría dotar al sector público de un capital humano al que hoy no tiene acceso ya sea por diferencias de compensación o porque los profesionales tienen vocación privada de largo plazo, aunque con interés de tener una experiencia de tiempo limitado en el servicio público. Más importante aún: ayudaría a derrumbar el muro de desconfianzas mutuas que hay entre el mundo privado y el mundo público sin fines de lucro. Incentivos para captar a profesionales pueden ser facilidades para financiar estudios de posgrado ya cursados -incluso perdonar deudas- o un régimen de impuestos personales más favorable para aquellos que tomen uno o dos "años sabáticos" de servicio público.

16. Cuadruplicar las becas al extranjero
El desarrollo de Chile pasa por mejorar el capital humano. Mi propuesta es cuadruplicar el monto destinado a las becas de perfeccionamiento en el extranjero, a través de programas de máster y doctorados, pero sólo en universidades que estén entre las primeras 50 mejores del mundo. Un contingente importante de personas calificadas en las diversas áreas, unos mil al año, le cambiaría la cara a Chile, logrando un efecto expansivo, tal como lo hicieron los "Chicago boys" al revolucionar la economía. Es una propuesta que, además, permite invertir con alta rentabilidad -en capital humano de excelencia- una parte de los dólares que el Estado ha acumulado en estos años.
Andrés Benítez. Rector Universidad Adolfo Ibáñez

21. Banda ancha para todas las escuelas públicas
El mundo e internet son en inglés, por eso necesitamos un programa nacional de enseñanza de inglés a partir de kínder para hacer de Chile un país bilingüe, y conectar a los niños con este mundo. Dar acceso a banda ancha para todos los hogares -de zonas urbanas y rurales- y a todas las salas de clases de las escuelas públicas y particulares subvencionadas. Debe existir un computador en todos los hogares con niños en edad escolar y un computador para cada uno de sus respectivos profesores, más una pizarra digital en la sala de clases. Es necesario crear una gran librería digital abierta, con todos los contenidos para la educación escolar, en todos los formatos (texto, audio y video). Y, por último, dotar de un porcentaje de profesores extranjeros en todas las escuelas públicas y subvencionadas proveniente de los países que lideran los resultados TIMSS.
Claudia Bobadilla. Gerente general País Digital

25. Creación del Instituto Cultural Pablo Neruda
Que fuese equivalente al Goethe o el Cervantes, para la promoción de la cultura chilena en el exterior. Como lo hacen México y Brasil, nuestro Instituto tendría sede sólo en las capitales de los países donde necesitamos reforzar nuestra imagen de país. Sus recursos provendrían de una corporación formada por los ministerios de Educación, Cultura, Relaciones Exteriores, y las principales universidades. Más el patrocinio económico de las empresas del país sede que tengan inversiones en Chile. Su personal lo constituirían los agregados culturales -profesionalizados-, con la ayuda de los estudiantes que actualmente realizan pasantías en el exterior y becarios de doctorado del Estado chileno, que así tendrían la opción de contribuir con su tiempo trabajando en cada lugar, como una retribución anticipada del deber de servicio público que tienen que cumplir a su retorno.
Carlos Franz. Escritor y agregado cultural en España

29. Tomar en cuenta a la sociedad en las políticas públicas
Propongo que se incorpore en el diseño de las iniciativas públicas la consideración de los procesos mediante los cuales ellas serán llevadas a la práctica. No sólo considerar las metodologías y calendarios de implementación, sino sobre todo tomar en cuenta a la sociedad y a los actores que se verán involucrados. Es decir, que se considere a las personas y grupos reales, sus posibilidades y limitaciones, sus aspiraciones y temores, las relaciones sociales en las que viven, sus intereses y conflictos, las maneras históricas en que actúan. Esas son las fuerzas que definen el destino real de una iniciativa pública. Las iniciativas públicas deberían evaluar el impacto real que tendrán sobre las personas, los grupos y sobre sus relaciones y al mismo tiempo trabajar sobre los requisitos sociales que pueden maximizar sus impactos positivos. Pedirles a los gestores públicos algo más de inteligencia cultural y de promoción del cambio cultural es, frente a los actuales obstáculos de nuestro desarrollo, lo más concreto que puedo imaginar.
Pedro Güell. Doctor en Sociología. Decano de la Facultad de Ciencias Sociales U. Alberto Hurtado

48. Crear Chilecorps
Programas como los trabajos voluntarios universitarios, el Servicio País o Un Techo para Chile muestran la enorme disposición solidaria que existe entre los jóvenes de nuestro país. Las personas que gestionan estos programas concuerdan en que los beneficios de éstos se distribuyen entre los beneficiarios del trabajo (que reciben servicios) y los voluntarios mismos (que se educan). Además, muchos de estos programas son bastante efectivos en la generación de redes sociales y construcción de comunidades. Propongo, por ende, el establecimiento de un sistema masivo de promoción del voluntariado al estilo del Americorps de Estados Unidos. La idea es que se financien los estudios superiores de estudiantes que estén dispuestos a devolver la mano en trabajo comunitario durante veranos y fines de semana. Chilecorps tendría que inscribir ONG (en Americorps son más de tres mil) y administrar el sistema de becas de estudiantes voluntarios, de certificación del trabajo de las ONG inscritas y de la auditoría que corresponda. La transacción de Chilecorps sería simple. Consiste en entregar becas a cambio de lo que más tienen los estudiantes chilenos: generosidad, energía y entusiasmo por la transformación social.
Óscar Landerretche. Académico del Departamento de Economía y director de la Maestría en Políticas Públicas de la U. de Chile.

59. Diálogo y política de los acuerdos
Para transformar a Chile en un país mejor en todos los planos propongo una idea que, si bien no es nueva, la han compartido la enorme mayoría de los chilenos en las últimas dos décadas y ha permitido los avances más importantes de toda nuestra historia republicana. Es una idea a la vez amplia y mínima, sobre la cual se pueden construir muchas nuevas ideas y políticas públicas: que el diálogo y la búsqueda de acuerdos continúen prevaleciendo sobre el conflicto, la pendencia y la negación "del otro".
Ernesto Ottone. Secretario ejecutivo adjunto de la Cepal

68. Una estrategia latinoamericana de responsabilidad social
Existe la necesidad urgente de generar un mayor accountability ciudadano en América Latina, que permita empoderar a las personas que no tienen acceso a las esferas de poder, con el fin de que su sentir de ser ciudadanos excluidos y fuera del proceso de modernización que vive nuestro continente desaparezca de su presente.

En conclusión, se hace necesario generar una estrategia latinoamericana de responsabilidad social a través de la vinculación efectiva entre líderes empresariales, sociales y gubernamentales donde aspectos como competitividad responsable, reducción de la pobreza, inversión social, medioambiente, transparencia corporativa y fiscal sean ejes de su hacer.
Soledad Teixidó. Presidenta ejecutiva de PROHumana

lunes, 10 de marzo de 2008

El drama de Montes


Opiniones y querellas criminales
Leonidas Montes
Decano Escuela de Gobierno UAI
La Tercera
8-03-08

Si usted no es un experto en derecho penal ¿qué haría si, justo antes de sus vacaciones de verano, lo notificaran de una querella criminal? La primera reacción de este académico y columnista de La Tercera fue decir que no había matado a nadie.

Sorprendido, comienzo a leer la demanda. Aparecen doce querellantes debidamente individualizados. Por números, pienso, estoy liquidado. El panorama se pone aún más negro: todos son gerentes y subgerentes. Y no de cualquier empresa, sino de una empresa creada por el estado. Se trata de una empresa, de la cual casi nada se sabía, que presta servicios a la minería. Fue creada en el año 1998, hoy tiene ingresos por unos 70 millones de dólares al año, posee filiales en el extranjero y emplea a unos 2.200 trabajadores. Me acusan de “injurias graves” por una columna de opinión muy crítica. Cuestionando la falta de transparencia de esta empresa, basado en la escasa información pública disponible, había concluido que “todo esto no huele bien”. A los ejecutivos tampoco les gustó que calificara a su empresa como una “empresa curiosa”. ¿No le parece a usted curioso que el Presidente de esta empresa declare públicamente que es del “ámbito público” y que sus ejecutivos sostengan que es del “mundo privado”?

Tan molestos estaban los gerentes y subgerentes de esta empresa con mi columna, que decidieron querellarse. Ya le habían enviado una carta bastante airada al rector de mi universidad, donde cancelaban un curso “como señal de desagrado” y se reservaban el derecho a “iniciar las acciones legales que correspondan”.

Continúo leyendo la querella. Paso de la sorpresa al asombro. En el escrito se destaca que las actividades de esta empresa las desarrollan “… profesionales y técnicos de un basto conocimiento y experiencia” (sic.). Supongo que el abogado querellante quiso decir “vasto”, ya que la Real Academia define basto como “grosero, tosco, sin pulimento”. De no ser así, evidentemente no tendría una buena opinión de sus mandantes.

Vuelvo a la dura realidad y al final del documento me entero que el 30 de enero tengo la primera audiencia. Con cierta ansiedad recorro los pasillos de la universidad pidiendo la opinión de algunos profesores de derecho acerca de mi situación legal. Me recomiendan defenderme. El abogado Jorge Bofill toma la causa. Para tu tranquilidad, me dice, en este país la libertad de expresión es un derecho constitucional.

A la primera audiencia del miércoles 30 de enero sólo se presentó el abogado querellante. Imagino que el gerente y su plana ejecutiva estaban muy ocupados. Después de presentar nuestras pruebas y testigos, la audiencia final quedó fijada para el 29 de febrero. Como profesionales --- espero, eso sí, que sin tan “basta” experiencia --- nos preparamos para la audiencia oral. Tampoco se presentó ninguno de los doce gerentes y subgerentes. Era de esperar. Pero esta vez ni siquiera se presentó el abogado querellante. Simplemente se desistieron de la causa. A lo mejor estaban disfrutando de sus vacaciones.

Los querellantes, para sostener que esta empresa es del mundo privado, presentaron como prueba un interesante informe en derecho firmado por el abogado Cristián Letelier, Profesor de Derecho Civil. El informe concluye que esta empresa del estado, al ser una sociedad anónima cerrada, no estaría sujeta a la fiscalización del SEP, del Ministerio de Minería y ni siquiera de la Contraloría. Afortunadamente la Contraloría piensa que esta empresa, donde el estado tiene el 99.99%, “se encuentra sometida a la fiscalización de esta Contraloría”.* En cambio, para el Profesor Letelier, esta empresa sería prácticamente autónoma. Sólo cabe esperar que las conclusiones de este informe en derecho no inspiren a los ejecutivos de otras empresas del estado.

Ciertamente no es apropiado tomar una situación personal como tema de una columna, pero lo que aquí está en juego son cuestiones de interés público. Aunque legalmente existe la libertad de expresión, utilizar querellas criminales por injurias como mecanismo para amedrentar, intimidar o simplemente molestar, es una práctica lamentable. Además, ¿qué incentivo puede tener cualquier académico, con cierto interés por los temas públicos, de participar en la discusión pública si arriesga una demanda criminal?

Pero hay que mirar lo positivo. Al margen de que la causa esté cerrada, tuve la oportunidad de aprender algo acerca de nuestra reforma procesal penal. Es un avance significativo para el desarrollo de nuestro país. Pero si abusamos de las querellas criminales por injurias, no sólo desincentivamos el debate público, sino que imponemos una carga innecesaria para los jueces que tienen causas mucho más importantes que dirimir. Espero que mis doce ex querellantes, los gerentes y subgerentes del CIMM T&S, estén al menos de acuerdo con esto último.

*Fuente: Informe Nº58/2001 de la Contraloría General de la República ante la consulta de dos senadores preocupados por una empresa pública que, realizando importantes aportes de capital, se convertía en corporación privada sin fines de lucro.

jueves, 6 de marzo de 2008

Bono y el idealismo pragmático (ingles)

Cambio Climático y Responsabilidad



Alex Godoy, el autor de esta columna publicada ayer en el diario La Segunda, es Biólogo en Bioprocesos y candidato a Doctor en Ciencias de la Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica. Como bien argumenta, el cuidado del medioambiente y la lucha en contra del calentamiento global es ante todo un desafío de cada ciudadano, una responsabilidad individual. Este perspectiva es clave en el contexto del Proyecto de las Responsabilidades Compartidas que construimos desde aquí, donde entendemos que las sociedades son individuos que juegan en equipo, organizandose desde las bases.
Para conocer en profundidad el trabajo de Alex, pueden visitar su blog y su googlepage.

Cambio Climático y Responsabilidad Social Individual

Los efectos y consecuencias de nuestros actos, usualmente logran manifestarse más allá de lo que podemos ver dejándonos sin opción de respuesta. Un ejemplo concreto es el cambio climático, del cual oímos desde hace más de una década, tan lejano ayer y tan cercano hoy. Hoy, creemos que por el simple hecho de realizar propuestas evidentes, somos un aporte al desarrollo. Tales propuestas, vacías y carentes de acciones de quienes las emiten, se hacen irresponsablemente, transformándose en meras críticas hacia otros actores sociales tan afectados como nosotros. Nuestra crítica, gratutita, nos libera de asumir nuestra responsabilidad acerca del tema sin un análisis de cómo yo he sido responsable en este problema global; nos hace pasar por encima de los principios que orgullosamente creemos defender.
Si creemos ser críticos del sistema, antes de realizarlas y hacer propuestas, les pido recordar parte del discurso de un crítico gastronómico que aparece en la película "Ratatouille" (Disney Pixar, 2007): “La vida de un critico es sencilla en muchos aspectos. Arriesgamos poco y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio. Los esperamos con las criticas negativas, divertidas de escribir y de leer, pero la triste verdad que debemos afrontar, es que en el gran orden de las cosas, cualquier basura tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica”.
¿Podemos combatir el cambio climático? Si, asumiendo nuestra responsabilidad social individual. Antes de criticar, debemos analizarnos sobre cómo contribuimos a la contaminación del entorno cercano: mi casa, mi barrio, mi ciudad. Acciones simples, vaciar la basura donde corresponde, disminuir el consumo en calefacción-agua-luz o evitar contaminar visualmente con pancartas partidistas o un graffiti la pared, son acciones silenciosas que parecen evidentes, pero difíciles de realizar.
Cada ciudadano, a su nivel, puede aportar con acciones propias, en vez de aumentar “propuestas vacías”. En el caso de aquellos que tenemos la posibilidad de formar futuros profesionales, debemos insertar conceptos de respeto hacia los otros agentes sociales y responsabilidad social, así como de visualización del medioambiente como una inversión y no sólo como una fuente recursos.
Si logramos entender y hacernos cargo de nuestra responsabilidad social individual, en temas ambientales, podemos exigir a los otros agentes sociales como el gobierno, la clase política y las empresas su propia responsabilidad. Lo anterior debe ir necesariamente asociado al respeto por el otro, ya que sin el otro es imposible ganar esta batalla, batalla que ya estamos dando y cuyos resultados vivirán nuestros hijos.

miércoles, 5 de marzo de 2008

UK: “Renovando el conservantismo cívico”



El proyecto político de los nuevos conservadores en UK está lejos de ser el resultado de una buena capa de maquillaje y marketing. Muchos han sido los papers, libros y seminarios que han generado en orden a renovar que sentido tiene la opción Tory en el siglo XXI. En este blog hemos analizado varios como la charla+artículo de Oliver Letwin sobre el liberalismo conservador, el artículo de Danny Kruger sobre la nueva/ vieja dialéctica respecto a la libertad, la igualdad y la fraternidad, el paper Who´s conservative now analizado en la columna publicada en Qué Pasa, Donde están los progres y el libro de Jesse Norman Compassionate Conservantism (aquí en archivo digital). Ahora es el turno de David Willetts , diputado conservador y autor de los libros Conservantismo moderno (1992) y Conservantismo cívico (1995). En la The Oakeshott lecture, en LSE, el 20 de febrero presentó el recomendable documento “Renovando el conservantismo cívico”, (aquí el podcast y la transcripción).
En síntesis, el autor inicia su argumento señalando que el libre mercado solo puede funcionar en un ambiente moral y cultural que lo apoye. Como argumentaba Shumpeter, el capitalismo, aun cuando sea muy exitoso, puede destruir alguno de los valores morales, distintos a los del mercado, en los cuales se sustenta. Por esto, la tradición Tory le da tanta importancia a los valores compartidos y al sentido de comunidad como al rol de la propiedad privada y el libre mercado.
Hoy, desde el cruce de fértiles áreas académicas modernas como la teoría de juegos, la biología evolucionaria y la neurología, existe importante evidencia para encontrar claves para avanzar en el desafío de potenciar valores compartidos, profundizar el sentido de comunidad, y por sobre todo, crear mecanismo de cooperación (y no solo de competencia) para superar desafíos sociales.
En primer lugar, como lo demuestra la teoría de juegos, como el caso del dilema del prisionero, si estos se dinamizan o en otras palabras, analizan en forma repetida, la mejor estrategia resultante es la cooperación. Asimismo, usa el equilibrio de Nash (el set de soluciones en un juego donde ninguno de los jugadores pueden mejorar su posición al cambiar su estrategia) para argumentar que en sociedad las prácticas sociales descansan en instituciones las cuales generan equilibrios. Quien genera las reglas o instituciones puede por tanto cambiar equilibrios. Sin embargo, existen en la sociedad usos, costumbres y tradiciones que deben ser consideradas antes de cambiar un equilibrio. Pone como ejemplo la prohibición de fumar en lugares públicos. En UK hoy está prohibido fumar en los bares. El autor se pregunta si esto pudo haber sido posible 30 años atrás. La respuesta es no pues no existía una masa crítica social dispuesta en esa época a respetar una ley de ese tipo. Hoy, luego de una serie de cambios sociales en relación al tabaco, la existencia de suficiente información sobre los daños que provoca y ciudadanos organizados en contra, la ley se cumple al pie de la letra. El caso del cigarro se puede extender a temas como el racismo o el sexismo.
Así, el autor saca dos lecciones. La primera es que los gobiernos pueden ayudar a la sociedad al abrir opciones entre distintos equilibrios de Nash. La segunda, es que si se proponen cambios que carezcan de la fuerza o propiedad de ser cumplidas, el nuevo equilibrio propuesto puede fallar.
De esta manera, argumenta Willetts, el clásico error de la izquierda es especificar un resultado y asumir que es fácil usar las herramientas del Estado para lograrlo.
El objetivo en cambio, es diseñar instituciones o mecanismos que aseguren equilibrios que puedan ser sustentables. Asumir que las instituciones son lugares donde las personas interactúan unas con otras con la suficiente frecuencia para que la cooperación emerja como una estrategia racional. El desafío de los gobiernos es crear un ambiente en el cual las normas sociales y las instituciones tengan la capacidad de que la reciprocidad florezca.
Así, la cooperación en sociedad es posible.

jueves, 28 de febrero de 2008

Soñar no es tan fácil


Felipe Kast
Diario Financiero
28/2/2008

Pasar de una sociedad basada exclusivamente en derechos a una sociedad donde la política entrega deberes y protagonismo a la sociedad civil.

No es nuevo que el ser humano es un sujeto social. La felicidad, diría la gran Madre Teresa, está en relación inversamente proporcional con el sufrimiento ajeno. Y luchar por un mundo justo, entonces, no es sólo un acto de generosidad, sino también expresión de sabiduría interna y entendimiento de la propia naturaleza.

Por lo mismo, más que egoístas y generosos, hay sabios y necios. Mientras los necios nos miramos el ombligo y protegemos nuestros castillos de naipes, los sabios se dan cuenta de que la vida no es un juego de suma cero; nuestra plenitud se encuentra atada a la fortuna del resto. No es lo mismo vivir en un lugar donde todo ciudadano tiene igualdad de oportunidades, que vivir en una sociedad donde los privilegios pueden ser comprados.

Sin embargo, pasar de un equilibrio a otro no es simple. Somos necios porque, dado el sistema social donde vivimos, preferimos serlo. Muchas veces consideramos de mal gusto ponerse demasiado sensibles como para utilizar la palabra “injusticia”. Y es que somos una sociedad con heridas de guerra. De acuerdo, sería inadmisible tropezar nuevamente con la piedra de los atajos económicos, pero no podemos olvidar que el crecimiento económico no es un fin en sí mismo, sino más bien un medio extremadamente efectivo para generar oportunidades y derrotar la pobreza.

Y descansar en el mercado (y/o en el Estado) para superar las injusticias pareciera no ser suficiente. Las barreras sociales y la cultura importan; nuestras decisiones más relevantes, como qué o cuánto estudiar, se basan en expectativas. No basta con que exista un puente; tenemos que querer cruzarlo. No basta con la caña de pescar; hay que tener fe en que el río trae peces. Necesitamos que la sociedad civil visualice el sueño y lo transforme en una necesidad urgente, real y factible. Tan urgente que ningún sindicato o grupo de interés tenga el capital político como para impedir realizar lo que sea necesario para lograrlo.

¿A qué aspiramos? A que el niño chileno respire en el ambiente, partiendo por su hogar, una ansiedad por comerse una sociedad llena de oportunidades. Nada regalado, sólo oportunidades, pero no menos que eso. ¡Que fácil es soñar!, me dirán. No lo creo. Nos cuesta mucho soñar y aun más creer en nuestros sueños, y sin sueños es difícil avanzar. La razón es simple. Si tenemos el norte claro, y lo podemos tocar con nuestras manos, entonces las mediocridades que nos tienen atrapados se hacen intolerables.

El gran problema, y lo que impide ver la realidad con la honestidad de un niño, es el aislamiento. No cabe duda, vivir en nuestros castillos con altas paredes es generalmente más cómodo; una vez al tanto del dolor ajeno nos convertimos en cómplices del mismo y la lógica de una sociedad integrada empieza a funcionar.

Jeff Skoll, primer presidente y fundador de ebay.com, decidió que no era suficiente con crear una de las empresas más conocidas del mundo y dedicó su fortuna a crear películas que rompieran el ciclo de la ignorancia frente a temas que él considera relevantes. Su tesis se basaba justamente en que los cambios se generan cuando la sociedad civil se informa y conecta íntimamente con los desafíos sociales. De ahí en adelante, argumenta, la propia naturaleza social del hombre hará el resto. ¿Y qué más efectivo que una película para transmitir el mensaje? Basta con preguntarle a Al Gore, a quien Skoll le propuso la idea de transformar su charla en el documental “An Inconvenient Truth” (que terminaría ganando dos premios de la academia, incluyendo el de mejor documental).

Esta idea de conectar a la sociedad civil con sus propios desafíos es lo que se ha venido instalando en política como la necesidad de redistribuir responsabilidades. Pasar de una sociedad basada exclusivamente en derechos a una sociedad donde la política entrega deberes y protagonismo a la sociedad civil. En concreto, devolver y explicitar roles que se encuentran olvidados en la dialéctica Estado-mercado; el de los padres en el proceso educativo de los niños, el del individuo en el cuidado de su salud, el del vecino en la seguridad del vecindario, el del empresario y trabajador en el ambiente laboral, el de la familia con el medio ambiente. En cada uno de estos ejemplos la responsabilidad de la sociedad civil no sólo es necesaria sino difícilmente reemplazable. Lo que nos falta es seguir el ejemplo de Skoll y conectar a la sociedad civil con sus tareas fundamentales.

UK: los políticos deben ir hacia los ciudadanos

Los conservadores en UK acaban de lanzar su nueva campaña llamada "You can get it if you really want" para reclutar miembros y claro, donaciones. Lo interesante del proyecto es su espiritu y herramientas. Utilizando Facebook en un grupo abierto, con podcast, protectores de pantalla, wallpapers, videos y todo el arsenal 2.0, el partido de Cameron innova al crear la idea de "amigos" del partido conservador. Esto implica la posibilidad de participar del proyecto Tory sin la necesidad de ser un miembro del partido. Estos "amigos" tendrán la posibilidad de recibir información permanente sobre las actividades del partido y por sobretodo, se les incitará a participar en proyectos de ayuda social a nivel local. En otras palabras, un nuevo mecanismo para profundizar esa nueva bandera llamada Localismo. Además han realizado un cuidado video donde ponen el enfasis en el cambio y la idea de la política de abajo hacia arriba.

Aquí un video donde el propio Cameron invita a sumarse y transmitir la visión que hay detras de ella: en tiempos de desafección, los partidos deben hacer el esfuerzo de acercarse donde los ciudadanos estan. Como en las redes sociales. Y no al reves.

viernes, 1 de febrero de 2008

¿DONDE ESTAN LOS PROGRES?


Hernán Larraín M.
Que Pasa
1-2-08


"La política es para nosotros la única herramienta de cambio social". La frase es de Michelle Bachelet, y fue lanzada en septiembre pasado, en el encuentro anual del progresismo, celebrado en Chile. Agregó: "Nuestra prioridad son los derechos de la gente, no la exaltación del mercado; los grandes temas a resolver se discutirán en el seno del Estado". Qué duda cabe, una visión muy gráfica de su mandato. Los derechos por sobre las responsabilidades y el Estado por sobre las personas.

De gobiernos ciudadanos, participación y empoderamiento, más bien nada. Todo eso se ha ido desvaneciendo frente a la dura realidad. Lo que el primer tiempo de la presidenta nos dejó claro es la ausencia de un proyecto, el protagonismo del statu quo y el continuismo, la falta de voluntad para liderar transformaciones y la conservación de los equilibrios políticos (es cosa de ver el último cambio de gabinete). Todo esto, muy a pesar del progresismo de la presidenta.

Sin embargo, este inmovilismo no se limita al gobierno de Bachelet: está incrustado hoy en lo más profundo de la actual Concertación. Desde su nacimiento y desarrollo durante los 90, esta coalición se caracterizó por un sólido equilibrio entre sus definiciones ético intelectuales y sus acciones estratégico electorales. Con el tiempo, la naturaleza del proyecto vivió su primera gran fisura. Autoflagelantes y autocomplacientes representaron dos lecturas frente al proyecto político concertacionista y los resultados sociales que éste generaba. Eran tiempos donde sus intelectuales y principales figuras políticas debatieron con pasión, se criticaron mutuamente y se reprocharon los éxitos y fracasos. Pero algo los unía indisolublemente: un espíritu comprometido con los ideales, principios y resultados del proyecto que llevaban adelante. El cambio social era para ellos fundamental.

Hoy, un frágil discurso de protección social no parece suficiente para cohesionar a un equipo de políticos tradicionales -cuya motivación central es mantener cuotas de poder- y a un grupo de intelectuales que olvidó su misión reflexiva. Todos sobreviven del generoso capital de la Concertación. Mientras la desconfianza ciudadana crece frente a quienes gobiernan, el equipo del segundo tiempo afina sus estrategias para conservar La Moneda. A todo evento.

Los días de la Concertación transformadora son un recuerdo. Los tiempos progresistas quedaron en el olvido, dejando a esta simbólica visión en tierra de nadie y abriéndole a la Alianza una oportunidad excepcional: tomarse la bandera.

Corazón del progresismo

Tradicionalmente el concepto progresismo ha sido parte del patrimonio intelectual de la izquierda. Como escribiera algunos meses atrás Anthony Giddens, "una persona de izquierdas cree en el progresismo -que podemos influir en la historia para mejorarla-; la solidaridad -una sociedad en la que nadie se queda fuera-; la igualdad -reducir las desigualdades es beneficioso para toda la sociedad-; la necesidad de proteger a los más vulnerables; y la idea de que para lograr esos objetivos son necesarios el Estado y otras instituciones públicas".

Así, en el corazón de esta visión radica una profunda voluntad por transformar la realidad, un compromiso total con la justicia social, una enemistad declarada con los privilegios heredados y una gran confianza en el Estado como el medio para lograr todo lo anterior. El progresismo es, por sobre todo, una inconformidad que moviliza enérgicamente el cambio social.

Es evidente que la izquierda chilena actual, en la práctica, dista radicalmente de estos ideales. Se limita a administrar el poder sin sueños. Tanto, que es posible afirmar que el progresismo en Chile hoy está huérfano. Esta realidad implica un desafío intelectual a toda la clase política, pero representa además una ocasión única a la centroderecha para abrir la cancha y hacerse del progresismo.

Esto implica la creación de una nueva Alianza con una real voluntad por cambiar. Involucra una capacidad para reinventarse y renovarse, rechazando su tradicional actitud reactiva, renunciando a sus históricos vínculos corporativos y poniendo al centro de su proyecto a las personas, sin distinción de origen y condición social.

Esta posibilidad no es sólo retórica. La clave la da un notable paper recientemente publicado en Gran Bretaña titulado Who´s progresive now? (¿Quién es progresista ahora?), escrito por los diputados conservadores Greg Clark y Jeremy Hunt. Los parlamentarios argumentan que el Nuevo Laborismo de Blair se apropió, a fines de los 90, exitosamente del concepto. Sin embargo, la realidad hoy demuestra que este espíritu está más cercano al renovado Partido Conservador que a los viejos laboristas de Gordon Brown.

David Cameron, afirman, tuvo la capacidad de transformar a su partido, poniendo al centro de su proyecto las seis claves del progresismo moderno: creencia en el progreso, respeto por la diversidad, antipatía por las jerarquías sin mérito, una preocupación activa con los menos afortunados, ciertos valores más allá del materialismo y un sentido de responsabilidad por el futuro.

Así, desde la innovación política y la convicción de que es la sociedad el motor del cambio y no el Estado, los nuevos conservadores trabajan estratégicamente para hacerse del progresismo. Como el propio líder tory plantea, "el progreso social no es sólo una cuestión de control estatal y acción del gobierno". En la práctica, depende de "la responsabilidad social -las actitudes, las decisiones y las acciones diarias de cada individuo y cada organización social-". Aquí radica una lección ejemplar para el futuro proyecto de la centroderecha chilena.

Ahora bien, si por progresismo entendemos la histórica pretensión de la izquierda por modificar la realidad a través de ingenierías sociales, planificándola como en un laboratorio y pretendiendo modelar la sociedad con unos pocos cerebros iluminados, el espíritu del progresismo moderno se convierte en una anacrónica contradicción. En cambio, la realidad puede ser muy diferente si por progresismo asumimos una voluntad decidida por mejorar la sociedad compartiendo las responsabilidades entre todos los actores sociales, confiando en la libertad de las personas, corrigiendo activamente las injusticias, profundizando mercados competitivos, revitalizando la actividad política, potenciando a la sociedad civil y creando una sociedad de oportunidades.

¿Es necesario un big bang político para que algo así pueda ocurrir? Es probable y el futuro está abierto. Con todo, dos paradojas emergen frente a esta realidad. Por un lado, comprender que este nuevo progresismo pareciera ser el resultado de la fusión de los ideales tradicionales de la centroizquierda perseguidos con los métodos de la centroderecha. Y, por el otro, asumir que los viejos progresistas se han transformado hoy en los nuevos conservadores, dejando abierta la puerta para aquellos con el coraje suficiente para liderar reales transformaciones.

Crisis de representatividad: su verdadera causa


Arturo Matte
La Segunda
9-1-08

Durante los últimos años, han proliferado en Chile diversas iniciativas de participación ciudadana. Basta observar la masificación, el fortalecimiento y la influencia que han tenido los centros y federaciones de estudiantes universitarios, de colegios y liceos. Sorprende, asimismo, el arrastre de iniciativas sociales más recientes, como Misión País o Un Techo para Chile. Y es destacable el surgimiento de movimientos ecológicos, pro vida o en defensa de los grupos homosexuales, antes impensable en nuestro país. También ha aumentado el número de fundaciones e instituciones sin fines de lucro de carácter filantrópico, o los movimientos gremiales y sindicales. La proliferación de foros y blogs es otra demostración de la activa participación ciudadana. En síntesis, Chile vive un apogeo de iniciativas de participación.

Sin embargo, y paradójicamente, este auge no se da en el ámbito político. Existen más de dos millones de chilenos en edad de votar no inscritos en los registros electorales; los partidos se encuentran en una verdadera crisis de militantes, y la actividad política ha pasado a ser de unos pocos, alejada totalmente de la ciudadanía. El fenómeno de los parlamentarios independientes es también un síntoma, si no una consecuencia, de esta crisis. Muchos han diagnosticado un problema serio de representatividad política, que ha debilitado enormemente nuestra democracia.

Es cierto que en esta materia el país requiere cambios estructurales; sin embargo, sería injusto señalar la ausencia de reformas como la causa principal de esta crisis de participación política. También es un error culpar de ella a la indiferencia ciudadana, porque ésta no es tal.

Ocurre que la política ha dejado de ser vista como una forma efectiva de solucionar los problemas y enfrentar los desafíos del país. Ha perdido, en este sentido, eficacia, y, como consecuencia, ha dejado de ser del interés generalizado de la ciudadanía, la que ha canalizado sus inquietudes en otras iniciativas ajenas a la política. Tanto así, que la gran mayoría, por ejemplo, no ha sido capaz de dimensionar la relevancia de su voto.

Chile no vive una crisis de participación ciudadana; la que está en crisis es la política como espacio de participación, pues ha perdido credibilidad frente a la ciudadanía. Así, el desafío inmediato es mejorar los índices de eficiencia del quehacer político, de tal forma que la ciudadanía vea en ella un medio real y eficiente para solucionar los problemas del país.

jueves, 31 de enero de 2008

Sin miedo al cambio


Felipe Kast
Diario Financiero
31-01-08


Ronald Heifitz, psiquiatra y profesor de Harvard, tiene un par de libros donde hace la diferencia entre los desafíos técnicos, aquellos para los cuales existe una solución y procedimientos concretos, y los desafíos adaptativos, aquellos que no pueden resolverse usando un manual de instrucciones. Este tipo de desafío requiere, a diferencia del primero, que las personas y organizaciones involucradas estén abiertas a cambiar internamente. El proceso es complejo y de lenta digestión. Tal como la oruga se transforma en larva para poder volar, un buen líder es capaz de embarcar a su tripulación en un viaje donde algunas lealtades (seguridades) íntimas deben abandonarse.

En general, la solución técnica es más simple y rápida de aplicar, pero su aplicación es limitada y poco adaptable a escenarios cambiantes. Los desafíos adaptativos, por su parte, son difíciles de implementar pero tendrían un efecto sustentable.

Desafortunadamente es fácil caer en el error de entregar soluciones técnicas a desafíos adaptativos. Muchas veces se combate el dolor de cabeza con aspirina, aun cuando su causa es sistémica. En política social, por ejemplo, dedicamos importantes recursos a buscar soluciones técnicas. Y aunque dichas soluciones son relevantes (de hecho, a eso dedico la mayor parte de mi tiempo), muchas veces no queremos aceptar que buena parte del problema es más complejo. Es difícil tener seguridad si no queremos conocer a nuestros vecinos; o tener igualdad de oportunidades sin romper con el clasismo; o derrotar la pobreza sin fortalecer el núcleo familiar. Todos desafíos adaptativos.

Siguiendo la analogía, la aspirina puede ayudar a quitar el dolor por un tiempo, pero un tratamiento psicológico permite superar el estrés. Un buen político es capaz de decir la verdad al paciente y diagnosticar terapia aun cuando la aspirina otorgue mayores dividendos en el corto plazo. Es difícil no pensar en Jaime Guzmán como uno de aquellos.

Igual de problemático es cuando se cae en el menosprecio de los desafíos técnicos argumentando que todo problema es sistémico. La vacuna, una de las innovaciones más revolucionarias en la historia de la política social, es un avance técnico. Sin esta solución miles de millones de vidas se habrían perdido. Otros ejemplos más simples, como la focalización de programas sociales, la evaluación social de proyectos o una política fiscal responsable, son avances técnicos que han logrado mejoras sustantivas en la calidad de vida de los chilenos.

Mi primera hipótesis es que estas dos simplificaciones de la realidad, (1) reducir todo a un problema técnico y (2) describir todo como un desafío sistémico, podrían explicar la falta de coordinación al interior del gobierno. Es posible que nuestra Presidenta se debata entre estos dos extremos. Por una parte, se encuentran los llamados “técnicos”, que salieron en masa en el último cambio, y, por otra, están los “políticos”, que entraron a ocupar sus lugares. Mientras el pecado de los primeros ha sido el querer gobernar con una soberbia técnica que no valora la sensibilidad sistémica de la bancada política, el pecado de los segundos ha sido el temor. Temor a no entender los argumentos técnicos y por ende prefiere minimizar su valor. Para ellos las ciencias sociales son una amenaza más que una oportunidad. Es el antiguo curandero que se niega a estudiar medicina.

Mi segunda hipótesis es que producto de lo anterior hemos tenidos conductas erráticas. Primero, tenemos ciertos rasgos de esquizofrenia: somos timoratos a la hora de evaluar nuevas alternativas de políticas con experimentos de pequeña escala, pero pasamos de 0 a 100 sin mediar evaluación ni experimento (Reforma Educacional, Transantiago, Chile Solidario) en proyectos emblemáticos. Segundo, una vez que implementamos un proyecto no queremos saber si la aspirina estuvo mal diagnosticada. Es sabido que una ínfima parte del gasto público es evaluado. Queda muchísimo por hacer, pero afortunadamente la Dirección de Presupuestos esta avanzando en la dirección correcta.

Con todo, y volviendo al mensaje del libro, nuestra Presidenta tiene la oportunidad asumir el desafío adaptativo de derribar el muro de prejuicios entre los “técnicos” y “políticos”, haciendo que sus roles sean complementos, no sustitutos. Esto lograría, de paso, generar una propuesta a una Concertación sin narrativa y desarticulada por pugnas de poder.

martes, 22 de enero de 2008

¿Cameron el salvador?



En una desafiante columna publicada hoy en The Guardian, el Director de Compass, Neal Lawson, argumenta que los Tories de David Cameron son el partido más cercano a transformarse en el verdadero post-Tacherismo. Que lo diga Lawson no es menor. Compass es un conocido "grupo de presión" de izquierda comprometido con el dialogo democrático, las políticas públicas del Nuevo Laborismo y el desarrollo del proyeco político de su sector.

Lawson argumenta que "New Labour can best be defined as an attempt to humanise Thatcherism, not replace it. Unlike crude neoliberalism, New Labour recognised the state as a necessary tool to provide at least some protection in a global economy". Más adelante agrega "Strangely though, as the tide turns against New Labour it isn't ebbing back to raw neoliberalism. People can still taste the free-market medicine of the 1980s and don't want more. David Cameron knows this. In a speech shortly after becoming leader he said that "social justice means social responsibility: the idea that we're all in this together, that there is such a thing as society" - but went on to say: "It's just not the same thing as the state."

En suma, la columna argumenta que fue el Tacherismo quien puso la economía al centro de todo y luego el nuevo laborismo simplemente lo humanizo usando al Estado como el gran protector en el nuevo entorno capitalista. Pero está siendo Cameron quien está efectivamente poniendo a la sociedad al centro nuevamente. Como señala Lawson, si Nixon era único que podía ir a China, ¿será Cameron el único capaz de salvar a la sociedad?. El título de la columna de un pista... "A esta altura, Cameron será el salvador de la sociedad moral".

miércoles, 16 de enero de 2008

Localismo: una visión clave


El localismo es un eje de política pública que busca potenciar los gobiernos locales entregandoles más atribuciones y recursos. Más que insistir en el Regionalismo, que se refiere a la profundización de las estructuras en regiones del gobierno central, lo que se debe potenciar en Chile es el Localismo, lo que en otras palabras significa avanzar en el proceso de municipalización.
La razón fundamental que hace del Localismo un tema tan potente es su capacidad de revitalizar la democracia al acercar el poder político a la ciudadanía. En tiempos de desafección y desconfianza con el sistema político y sus instituciones, el Localismo se presenta como una estrategia poderosa para aumentar la participación, la transparencia y el accountability. Al mismo tiempo, aumenta la capacidad de hacer más eficiente el gasto público, moderniza el Estado y acota el poder buracrático.

En Uk, el Localismo es una de las banderas más atractivas del proyecto político de David Cameron. En un posteo anterior hay un buen Video donde el director del Think Tank Direct Democracy explica las claves fundamentales del localismo ingles versión Tory.

¿Y que pasa en Chile con este tema?

En un muy buen Claves en El Mercurio de hoy, se analiza el tema en profundidad.
Este señala: "Que las municipalidades decidan el 30% del gasto gubernamental total, en vez del actual 13%, fue el compromiso que firmaron todos los candidatos presidenciales con la Asociación Chilena de Municipalidades. Pero no hay voluntad en el Ejecutivo de traspasar a los ediles una parte de las inversiones de impacto comunal. Pierde poder. Los parlamentarios, a su vez, se generan competencia electoral si los alcaldes tienen más recursos. También hay reproches de vuelta. Si quieren más fondos y gestión, los municipios tienen que mejorar la transparencia y permitir el control ciudadano".

Como sea, un proyecto de reforma municipal duerme en el congreso, el cual es una prioridad para el Proyecto de la Política de las Responsabilidades. Asimismo, es fundamental comprender que esta perspectiva es el resultado de un conjunto de principios políticos liberales, los cuales están muy bien sintetizados en las definiciones fundamentales de Direct Democracy. Y si bien estos han sido elaborados en el contexto del sistema ingles, son de todas formas muy ilustrativos de la visión que Chile debe incorporar para su propia realidad. Estos son:

1-Las decisiones deben ser tomadas los más cerca posible de las personas que será afectadas.
2-Los tomadores de decisiones deben ser directamente elegidos
3-Los ciudadanos deben ser lo más libre posible de la coerción del Estado
4-Las autoridades locales deben ser autofinanciadas
5-Las politicas deben estar bajo el control democrático local
6-El Estado debe financiar la educación, más que administrarla
7-El Estado debe financiar la salud, más que administrarla
8-Los impuestos deben ser simples, justos, transparentes, eficientes, competitivos y bajos.
9-La supremacia del parlamento debe estar garantizada sobre los ministros, jueces, oficiales y las obligaciones de tratados internacionales
10-Los candidatos al sector público deben ser seleccionados de la base más amplia posible.

La claridad de Direct Democracy es sólida y el Localismo una fuerza a la cual solo cabe sumarse. Pero, ¿qué principios podemos sumar/ adaptar a este decálogo para elaborar el Localismo chileno?

lunes, 14 de enero de 2008

Lo políticamente correcto



Leonidas Montes, decano de la Escuela de Gobierno de la UAI, publicó el sábado pasado en el diario La Tercera está lúcida columna. Basicamente nos viene a recordar la necesidad de entender que libertad es responsabilidad, que la equidad es algo muy distinto a la igualdad y que el Estado está lejos de ser le padre de los ciudadanos. Todos principios básicos que la actual concertación perdió de vista en su afan por conservar el poder.


Adam Smith, el padre de la economía, no sólo hablaba de la mano invisible y de los incentivos en el mercado. En un notable pasaje de su “Teoría de los Sentimientos Morales” (1759) critica a quienes ven la sociedad como un tablero de ajedrez donde pueden mover las piezas a su antojo. En este afán por planificar cada jugada, olvidan que en el gran tablero de la sociedad cada pieza tiene un movimiento propio. La colosal chapucería del Transantiago es un ejemplo muy didáctico de esta aprensión.

Y en su férrea defensa de la propiedad, la libertad individual y la autonomía de cada ciudadano, Smith promovía una institucionalidad que vele por estos principios. Su crítica más aguzada apuntaba a quienes creían saber lo que es mejor para cada ciudadano. Pero era muy pragmático. Quizá de un realismo crudo. Por eso desconfiaba tanto de los políticos como de los empresarios y temía que detrás de aquellas grandes iniciativas para promover el bien común se ocultaran algunos incentivos perversos. La capacidad de un salario mínimo elevado para aumentar el desempleo es un notable ejemplo. En el quintil más pobre de Chile sólo un 34% tiene empleo.

La gran preocupación de Adam Smith era la libertad. Y no se refiere a hacer lo que uno quiera, sino a esa verdadera libertad que va acompañada de “responsabilidad”. Una libertad que, literalmente, nos exige “responder”. Pero en Chile nuevamente nos estamos acostumbrando a que responda el estado.

En el ocaso del gobierno ciudadano, solía criticarse a los agoreros del pesimismo. Pero la verdad es que a medida que transcurre el tiempo, hay cada vez más razones para preocuparse. Cuando el mundo se mueve hacia los principios de la libertad individual y la competencia, nosotros avanzamos hacia un estado de bienestar. En un país donde se confunde la equidad con la igualdad, lo políticamente correcto se convierte en lo correcto. En este escenario los incentivos perversos serían sólo espejismos.

¿Qué sucedió con las promesas respecto a los gobiernos corporativos de nuestras empresas públicas? Aún no se cumplen, y lo más probable es que sean sólo tímidos maquillajes. Tampoco se puede hablar de privatizaciones. No es sólo políticamente incorrecto. Es una herejía. Unos 15 millones de accionistas minoritarios vemos algunas piruetas en el Banco del Estado y contemplamos esa lenta y gradual agonía de Codelco.

Y como nuestra Presidenta no se deja pautear por los opinólogos, los partidos políticos de la Concertación hacen de las suyas. Frente a la crisis de la DC -- para atenuar el impacto de la expulsión de Adolfo Zaldívar, la decisión se tomó de madrugada -- correspondía hacerle un guiño a Soledad Alvear. La que fuera su jefa de gabinete, Marigen Hornkohl, fue nombrada en la cartera de agricultura. Lavados, también cercano al círculo de la Presidenta de la DC, aterrizó en Economía. Ante la preocupante y sostenida decadencia de la DC, todo este cuoteo parece un acto desesperado para retomar el control de un partido que se desangra.

El ex ministro Bitrán tenía algunas deudas políticas. De cara a nuestro Bicentenario, los aires de grandeza de Ricardo el Magnífico, sumado a algunos intereses económicos propios de la zona, ayudaron a sembrar el sueño del puente Chacao. El proyecto era, a todas luces, inviable. Bitrán, ignorando lo políticamente correcto, cometió el error de hacer lo correcto. Pero su gran pecado fue otro: en el MOP había iniciado una gran reforma desde adentro. Esto causó revuelo entre privados y políticos. Así, no encontraron nada mejor que reemplazarlo por el mismísimo presidente de aquel partido inscrito en la ideología de la corrupción.

Sergio Bitar es un conocido felino de nuestra fauna política. Quedó a cargo de un filete de unos 3.000 millones de dólares. Este año son las campañas electorales municipales, y el 2009 tenemos parlamentarias y presidenciales. Podemos esperar más de alguna inauguración para lubricar el engranaje electoral de la Concertación. Dicho sea de paso, el nuevo Ministro ya nos prometió "máxima celeridad" (sic.). Entretanto, políticos de la Concertación y algunos grupos privados, aplauden.

Hace unos cinco meses la Presidenta Bachelet nos confesó que al dejar la Moneda escribiría un libro. Se titularía “No a la Impunidad”. Confidenció que “no será un libro de desilusiones; serán simples ratificaciones de lo que siempre he sabido. La realidad es como es” (sic.). En política, la realidad suele ser cruel. Con los entretelones del inicio de su segundo tiempo, su libro podría ser un best seller.

sábado, 12 de enero de 2008

El blog de las responsabilidades



El 2008 parte con cambios y de los que importan. Ciudadanos y Consumidores se relanza con nuevas fuerzas y vendrá a concentrar todos mis intereses sobre comunicación política. Así, este blog pasa a ocuparse fundamentalmente de una conversación: el proyecto político que une a una pequeña comunidad en apertura y que denominamos la revolución de las responsabiliades.
Inspirados en la tradición liberal clásica y con un potente sentido comunitario, nos lanzamos en un dialogo donde Chile y el nosotros, son los protagonistas. Como señalamos en el artículo La irrupción de las responsabilidades, el valor central que mueve a esta visión es la libertad, en la cual se asume que para enfrentar los problemas sociales hay que involucrar a la sociedad misma y confiar en las personas. Para eso es necesario potenciar las responsabilidades y los deberes de la gente. Es fundamental terminar con la idea de que la única responsabilidad social que deben cumplir los ciudadanos para poder exigir derechos es pagar impuestos. En otras palabras, para solucionar los desafíos pendientes se necesita de la participación de todos los actores sociales.
La formula pasa por sumar a la ecuación mercado+estado a la sociedad en su conjunto. Ahí radica el corazón de la política de las responsabilidades. Y este es su blog.

lunes, 7 de enero de 2008

2008: Ciudadanos y consumidores



Después de unos meses optando por el bajo perfil y reordenando el boliche, reaparece con nuevos bríos Ciudadanos y Consumidores, un espacio para conversar sobre el cruce entre política, comunicación y nuevos medios. Tres notas recomendables:

La Red no es de los partidos

¿Qué tanto deben controlar los partidos políticos los contenidos y debates en sus propios sitios web? Dos columnas: Enrique Dans vs Sergio Rodríguez del diario El Mundo.

Campañas Políticas vía SMS

Los candidatos norteamericanos y una nueva forma de invadir a los electores: directo al celular. Un reportaje de CBS en video.

El arte y la ciencia de los medios sociales

Un e-book descargable de Brian Solis de Social Media Today para entender el fenómeno de las redes sociales.

Además hay otras novedades: C&C en Facebook, un Feevy con columnistas y ahora la colaboración permanente de Carola Pino: un avión. La cosa va en serio. Dense una vuelta.