lunes, 31 de marzo de 2008

Temporada de propuestas



Este fin de semana fue el de las propuestas. Tanto la revista Qué Pasa como Reportajes de El Mercurio, incluyeron sus 75 y 100 propuestas para Chile, respectivamente.
Me quedo con el ganador: Qué Pasa. Y porque en pedir no hay engaño... paso a seleccionar las diez que me parecen las más potentes.

5. "Comprar" los estatutos docente y administrativo
Dos de los motores más importantes en el desarrollo de nuestro país -educación y reforma al Estado- son frenados por la rigidez institucional que les imponen sus respectivas normativas. "Gracias" al Estatuto Docente y al Estatuto Administrativo tanto los profesores como los funcionarios públicos gozan en la práctica de inamovilidad. A lo anterior se suma la falta de incentivos para "hacer bien la pega".
Chile no será un "país mejor" mientras no remueva estos verdaderos lomos de toro que le impiden apretar el acelerador. Eliminar la inamovilidad requiere indemnizar a los trabajadores por la pérdida de este beneficio, así como también por el cambio en los parámetros con los que serán evaluados. Hay que comprar el Estatuto Docente y el Estatuto Administrativo. ¿Caro? Puede ser, pero asegura alta rentabilidad. Aprovechemos que están los recursos del cobre.

Soledad Arellano. PhD en Economía del MIT. Profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez

7. Transparentar la acción de todas las instituciones benéficas
Tal como se les exige a los emisores de valores, las entidades benéficas deberían mantener disponible al público su información financiera, los datos sobre su gestión y administración, y los indicadores internacionalmente aceptados sobre eficiencia y alcance de su acción. Todo ello, en una plataforma tecnológica con términos similares a la estructura regulatoria y de información que contempla el Registro de Valores que lleva la SVS. Esto podría quedar en manos de la misma SVS, o del Ministerio de Justicia. Al tener todos los programas de acción social y cultural el mismo régimen jurídico de información, transparencia y supervisión, podrían ser los ciudadanos, debidamente informados, quienes premien mediante sus contribuciones a los que representen un mayor aporte a la sociedad.
Fernando Barros. Abogado, socio de Barros & Errázuriz

13. Servicio País 2.0: Del mundo privado al público
La idea es establecer un programa donde profesionales -ya no tan jóvenes como los de Servicio País, sino con cierta experiencia en el sector privado, idealmente en posiciones de jefatura- se desempeñen en el sector público, particularmente en áreas donde se requieren capacidades de gestión, como servicios, municipalidades, empresas del Estado, ONGs, etcétera, preferentemente en proyectos específicos, ya que estarían en estas posiciones entre uno a dos años, y luego regresarían al sector privado.

Permitiría dotar al sector público de un capital humano al que hoy no tiene acceso ya sea por diferencias de compensación o porque los profesionales tienen vocación privada de largo plazo, aunque con interés de tener una experiencia de tiempo limitado en el servicio público. Más importante aún: ayudaría a derrumbar el muro de desconfianzas mutuas que hay entre el mundo privado y el mundo público sin fines de lucro. Incentivos para captar a profesionales pueden ser facilidades para financiar estudios de posgrado ya cursados -incluso perdonar deudas- o un régimen de impuestos personales más favorable para aquellos que tomen uno o dos "años sabáticos" de servicio público.

16. Cuadruplicar las becas al extranjero
El desarrollo de Chile pasa por mejorar el capital humano. Mi propuesta es cuadruplicar el monto destinado a las becas de perfeccionamiento en el extranjero, a través de programas de máster y doctorados, pero sólo en universidades que estén entre las primeras 50 mejores del mundo. Un contingente importante de personas calificadas en las diversas áreas, unos mil al año, le cambiaría la cara a Chile, logrando un efecto expansivo, tal como lo hicieron los "Chicago boys" al revolucionar la economía. Es una propuesta que, además, permite invertir con alta rentabilidad -en capital humano de excelencia- una parte de los dólares que el Estado ha acumulado en estos años.
Andrés Benítez. Rector Universidad Adolfo Ibáñez

21. Banda ancha para todas las escuelas públicas
El mundo e internet son en inglés, por eso necesitamos un programa nacional de enseñanza de inglés a partir de kínder para hacer de Chile un país bilingüe, y conectar a los niños con este mundo. Dar acceso a banda ancha para todos los hogares -de zonas urbanas y rurales- y a todas las salas de clases de las escuelas públicas y particulares subvencionadas. Debe existir un computador en todos los hogares con niños en edad escolar y un computador para cada uno de sus respectivos profesores, más una pizarra digital en la sala de clases. Es necesario crear una gran librería digital abierta, con todos los contenidos para la educación escolar, en todos los formatos (texto, audio y video). Y, por último, dotar de un porcentaje de profesores extranjeros en todas las escuelas públicas y subvencionadas proveniente de los países que lideran los resultados TIMSS.
Claudia Bobadilla. Gerente general País Digital

25. Creación del Instituto Cultural Pablo Neruda
Que fuese equivalente al Goethe o el Cervantes, para la promoción de la cultura chilena en el exterior. Como lo hacen México y Brasil, nuestro Instituto tendría sede sólo en las capitales de los países donde necesitamos reforzar nuestra imagen de país. Sus recursos provendrían de una corporación formada por los ministerios de Educación, Cultura, Relaciones Exteriores, y las principales universidades. Más el patrocinio económico de las empresas del país sede que tengan inversiones en Chile. Su personal lo constituirían los agregados culturales -profesionalizados-, con la ayuda de los estudiantes que actualmente realizan pasantías en el exterior y becarios de doctorado del Estado chileno, que así tendrían la opción de contribuir con su tiempo trabajando en cada lugar, como una retribución anticipada del deber de servicio público que tienen que cumplir a su retorno.
Carlos Franz. Escritor y agregado cultural en España

29. Tomar en cuenta a la sociedad en las políticas públicas
Propongo que se incorpore en el diseño de las iniciativas públicas la consideración de los procesos mediante los cuales ellas serán llevadas a la práctica. No sólo considerar las metodologías y calendarios de implementación, sino sobre todo tomar en cuenta a la sociedad y a los actores que se verán involucrados. Es decir, que se considere a las personas y grupos reales, sus posibilidades y limitaciones, sus aspiraciones y temores, las relaciones sociales en las que viven, sus intereses y conflictos, las maneras históricas en que actúan. Esas son las fuerzas que definen el destino real de una iniciativa pública. Las iniciativas públicas deberían evaluar el impacto real que tendrán sobre las personas, los grupos y sobre sus relaciones y al mismo tiempo trabajar sobre los requisitos sociales que pueden maximizar sus impactos positivos. Pedirles a los gestores públicos algo más de inteligencia cultural y de promoción del cambio cultural es, frente a los actuales obstáculos de nuestro desarrollo, lo más concreto que puedo imaginar.
Pedro Güell. Doctor en Sociología. Decano de la Facultad de Ciencias Sociales U. Alberto Hurtado

48. Crear Chilecorps
Programas como los trabajos voluntarios universitarios, el Servicio País o Un Techo para Chile muestran la enorme disposición solidaria que existe entre los jóvenes de nuestro país. Las personas que gestionan estos programas concuerdan en que los beneficios de éstos se distribuyen entre los beneficiarios del trabajo (que reciben servicios) y los voluntarios mismos (que se educan). Además, muchos de estos programas son bastante efectivos en la generación de redes sociales y construcción de comunidades. Propongo, por ende, el establecimiento de un sistema masivo de promoción del voluntariado al estilo del Americorps de Estados Unidos. La idea es que se financien los estudios superiores de estudiantes que estén dispuestos a devolver la mano en trabajo comunitario durante veranos y fines de semana. Chilecorps tendría que inscribir ONG (en Americorps son más de tres mil) y administrar el sistema de becas de estudiantes voluntarios, de certificación del trabajo de las ONG inscritas y de la auditoría que corresponda. La transacción de Chilecorps sería simple. Consiste en entregar becas a cambio de lo que más tienen los estudiantes chilenos: generosidad, energía y entusiasmo por la transformación social.
Óscar Landerretche. Académico del Departamento de Economía y director de la Maestría en Políticas Públicas de la U. de Chile.

59. Diálogo y política de los acuerdos
Para transformar a Chile en un país mejor en todos los planos propongo una idea que, si bien no es nueva, la han compartido la enorme mayoría de los chilenos en las últimas dos décadas y ha permitido los avances más importantes de toda nuestra historia republicana. Es una idea a la vez amplia y mínima, sobre la cual se pueden construir muchas nuevas ideas y políticas públicas: que el diálogo y la búsqueda de acuerdos continúen prevaleciendo sobre el conflicto, la pendencia y la negación "del otro".
Ernesto Ottone. Secretario ejecutivo adjunto de la Cepal

68. Una estrategia latinoamericana de responsabilidad social
Existe la necesidad urgente de generar un mayor accountability ciudadano en América Latina, que permita empoderar a las personas que no tienen acceso a las esferas de poder, con el fin de que su sentir de ser ciudadanos excluidos y fuera del proceso de modernización que vive nuestro continente desaparezca de su presente.

En conclusión, se hace necesario generar una estrategia latinoamericana de responsabilidad social a través de la vinculación efectiva entre líderes empresariales, sociales y gubernamentales donde aspectos como competitividad responsable, reducción de la pobreza, inversión social, medioambiente, transparencia corporativa y fiscal sean ejes de su hacer.
Soledad Teixidó. Presidenta ejecutiva de PROHumana

1 comentario:

Individuo dijo...

Buena selección de iniciativas, sobre todo lo del estatuto docente y el de educación, son normas anti eficacia.

Agregaría una limpieza normativa para ir quitando la discrecionalidad de la administarción pública, permitiendo que toda iniciativa que cumpla con los requisitos que se establezcan pueda implementarse, sin que tenga que esperar el timbre de algún burócrata.

Por último, convocaría al Congreso para una legislatura especial dedicada a refundir muchas de las más de 20.000 leyes que hay en nuestro país. Tanta norma dispersa sólo aumenta los costos de transacción.