miércoles, 21 de febrero de 2007
La Alianza en las sombras
El proyecto de Gabinete en las Sombras está demonstrando una vez más la ausencia de una estrategia en la oposición. Desde que Carlos Larraín, presidente de RN, lanzó "accidentalmente" la propuesta hemos sido testigos de un viaje de declaraciones desde RN y la UDI a favor y contra de la idea. El hecho es lamentable. Es la representación más evidente de que no hay una forma conjunta entre ambos partidos de ser y hacer oposición. En este contexto, la promesa de institucionalizar al sector aparece como una gran ilusión.
El asunto a esta altura no es si la idea es buena o mala. La cosa es preguntarse en que radica este estado de insensibilidad en la Alianza, la cual no es capaz de ver que se esta prestando para un juego periodístico en la que su credibilidad es la única que pierde.
Se necesita lo obvio: que cualquiera sean los pasos a seguir de ambos partidos, estos se definan en privado dando señales de unidad en público. Digamos, ese es un sencillo primer paso. Para el futuro, lo central sigue siendo lo de siempre: una alianza fundada en principios propios, organizada tras un proyecto común, institucionalizada en definiciones básicas y coordianda en una estrategia con miras al 2010.
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