jueves, 31 de enero de 2008

Sin miedo al cambio


Felipe Kast
Diario Financiero
31-01-08


Ronald Heifitz, psiquiatra y profesor de Harvard, tiene un par de libros donde hace la diferencia entre los desafíos técnicos, aquellos para los cuales existe una solución y procedimientos concretos, y los desafíos adaptativos, aquellos que no pueden resolverse usando un manual de instrucciones. Este tipo de desafío requiere, a diferencia del primero, que las personas y organizaciones involucradas estén abiertas a cambiar internamente. El proceso es complejo y de lenta digestión. Tal como la oruga se transforma en larva para poder volar, un buen líder es capaz de embarcar a su tripulación en un viaje donde algunas lealtades (seguridades) íntimas deben abandonarse.

En general, la solución técnica es más simple y rápida de aplicar, pero su aplicación es limitada y poco adaptable a escenarios cambiantes. Los desafíos adaptativos, por su parte, son difíciles de implementar pero tendrían un efecto sustentable.

Desafortunadamente es fácil caer en el error de entregar soluciones técnicas a desafíos adaptativos. Muchas veces se combate el dolor de cabeza con aspirina, aun cuando su causa es sistémica. En política social, por ejemplo, dedicamos importantes recursos a buscar soluciones técnicas. Y aunque dichas soluciones son relevantes (de hecho, a eso dedico la mayor parte de mi tiempo), muchas veces no queremos aceptar que buena parte del problema es más complejo. Es difícil tener seguridad si no queremos conocer a nuestros vecinos; o tener igualdad de oportunidades sin romper con el clasismo; o derrotar la pobreza sin fortalecer el núcleo familiar. Todos desafíos adaptativos.

Siguiendo la analogía, la aspirina puede ayudar a quitar el dolor por un tiempo, pero un tratamiento psicológico permite superar el estrés. Un buen político es capaz de decir la verdad al paciente y diagnosticar terapia aun cuando la aspirina otorgue mayores dividendos en el corto plazo. Es difícil no pensar en Jaime Guzmán como uno de aquellos.

Igual de problemático es cuando se cae en el menosprecio de los desafíos técnicos argumentando que todo problema es sistémico. La vacuna, una de las innovaciones más revolucionarias en la historia de la política social, es un avance técnico. Sin esta solución miles de millones de vidas se habrían perdido. Otros ejemplos más simples, como la focalización de programas sociales, la evaluación social de proyectos o una política fiscal responsable, son avances técnicos que han logrado mejoras sustantivas en la calidad de vida de los chilenos.

Mi primera hipótesis es que estas dos simplificaciones de la realidad, (1) reducir todo a un problema técnico y (2) describir todo como un desafío sistémico, podrían explicar la falta de coordinación al interior del gobierno. Es posible que nuestra Presidenta se debata entre estos dos extremos. Por una parte, se encuentran los llamados “técnicos”, que salieron en masa en el último cambio, y, por otra, están los “políticos”, que entraron a ocupar sus lugares. Mientras el pecado de los primeros ha sido el querer gobernar con una soberbia técnica que no valora la sensibilidad sistémica de la bancada política, el pecado de los segundos ha sido el temor. Temor a no entender los argumentos técnicos y por ende prefiere minimizar su valor. Para ellos las ciencias sociales son una amenaza más que una oportunidad. Es el antiguo curandero que se niega a estudiar medicina.

Mi segunda hipótesis es que producto de lo anterior hemos tenidos conductas erráticas. Primero, tenemos ciertos rasgos de esquizofrenia: somos timoratos a la hora de evaluar nuevas alternativas de políticas con experimentos de pequeña escala, pero pasamos de 0 a 100 sin mediar evaluación ni experimento (Reforma Educacional, Transantiago, Chile Solidario) en proyectos emblemáticos. Segundo, una vez que implementamos un proyecto no queremos saber si la aspirina estuvo mal diagnosticada. Es sabido que una ínfima parte del gasto público es evaluado. Queda muchísimo por hacer, pero afortunadamente la Dirección de Presupuestos esta avanzando en la dirección correcta.

Con todo, y volviendo al mensaje del libro, nuestra Presidenta tiene la oportunidad asumir el desafío adaptativo de derribar el muro de prejuicios entre los “técnicos” y “políticos”, haciendo que sus roles sean complementos, no sustitutos. Esto lograría, de paso, generar una propuesta a una Concertación sin narrativa y desarticulada por pugnas de poder.

martes, 22 de enero de 2008

¿Cameron el salvador?



En una desafiante columna publicada hoy en The Guardian, el Director de Compass, Neal Lawson, argumenta que los Tories de David Cameron son el partido más cercano a transformarse en el verdadero post-Tacherismo. Que lo diga Lawson no es menor. Compass es un conocido "grupo de presión" de izquierda comprometido con el dialogo democrático, las políticas públicas del Nuevo Laborismo y el desarrollo del proyeco político de su sector.

Lawson argumenta que "New Labour can best be defined as an attempt to humanise Thatcherism, not replace it. Unlike crude neoliberalism, New Labour recognised the state as a necessary tool to provide at least some protection in a global economy". Más adelante agrega "Strangely though, as the tide turns against New Labour it isn't ebbing back to raw neoliberalism. People can still taste the free-market medicine of the 1980s and don't want more. David Cameron knows this. In a speech shortly after becoming leader he said that "social justice means social responsibility: the idea that we're all in this together, that there is such a thing as society" - but went on to say: "It's just not the same thing as the state."

En suma, la columna argumenta que fue el Tacherismo quien puso la economía al centro de todo y luego el nuevo laborismo simplemente lo humanizo usando al Estado como el gran protector en el nuevo entorno capitalista. Pero está siendo Cameron quien está efectivamente poniendo a la sociedad al centro nuevamente. Como señala Lawson, si Nixon era único que podía ir a China, ¿será Cameron el único capaz de salvar a la sociedad?. El título de la columna de un pista... "A esta altura, Cameron será el salvador de la sociedad moral".

miércoles, 16 de enero de 2008

Localismo: una visión clave


El localismo es un eje de política pública que busca potenciar los gobiernos locales entregandoles más atribuciones y recursos. Más que insistir en el Regionalismo, que se refiere a la profundización de las estructuras en regiones del gobierno central, lo que se debe potenciar en Chile es el Localismo, lo que en otras palabras significa avanzar en el proceso de municipalización.
La razón fundamental que hace del Localismo un tema tan potente es su capacidad de revitalizar la democracia al acercar el poder político a la ciudadanía. En tiempos de desafección y desconfianza con el sistema político y sus instituciones, el Localismo se presenta como una estrategia poderosa para aumentar la participación, la transparencia y el accountability. Al mismo tiempo, aumenta la capacidad de hacer más eficiente el gasto público, moderniza el Estado y acota el poder buracrático.

En Uk, el Localismo es una de las banderas más atractivas del proyecto político de David Cameron. En un posteo anterior hay un buen Video donde el director del Think Tank Direct Democracy explica las claves fundamentales del localismo ingles versión Tory.

¿Y que pasa en Chile con este tema?

En un muy buen Claves en El Mercurio de hoy, se analiza el tema en profundidad.
Este señala: "Que las municipalidades decidan el 30% del gasto gubernamental total, en vez del actual 13%, fue el compromiso que firmaron todos los candidatos presidenciales con la Asociación Chilena de Municipalidades. Pero no hay voluntad en el Ejecutivo de traspasar a los ediles una parte de las inversiones de impacto comunal. Pierde poder. Los parlamentarios, a su vez, se generan competencia electoral si los alcaldes tienen más recursos. También hay reproches de vuelta. Si quieren más fondos y gestión, los municipios tienen que mejorar la transparencia y permitir el control ciudadano".

Como sea, un proyecto de reforma municipal duerme en el congreso, el cual es una prioridad para el Proyecto de la Política de las Responsabilidades. Asimismo, es fundamental comprender que esta perspectiva es el resultado de un conjunto de principios políticos liberales, los cuales están muy bien sintetizados en las definiciones fundamentales de Direct Democracy. Y si bien estos han sido elaborados en el contexto del sistema ingles, son de todas formas muy ilustrativos de la visión que Chile debe incorporar para su propia realidad. Estos son:

1-Las decisiones deben ser tomadas los más cerca posible de las personas que será afectadas.
2-Los tomadores de decisiones deben ser directamente elegidos
3-Los ciudadanos deben ser lo más libre posible de la coerción del Estado
4-Las autoridades locales deben ser autofinanciadas
5-Las politicas deben estar bajo el control democrático local
6-El Estado debe financiar la educación, más que administrarla
7-El Estado debe financiar la salud, más que administrarla
8-Los impuestos deben ser simples, justos, transparentes, eficientes, competitivos y bajos.
9-La supremacia del parlamento debe estar garantizada sobre los ministros, jueces, oficiales y las obligaciones de tratados internacionales
10-Los candidatos al sector público deben ser seleccionados de la base más amplia posible.

La claridad de Direct Democracy es sólida y el Localismo una fuerza a la cual solo cabe sumarse. Pero, ¿qué principios podemos sumar/ adaptar a este decálogo para elaborar el Localismo chileno?

lunes, 14 de enero de 2008

Lo políticamente correcto



Leonidas Montes, decano de la Escuela de Gobierno de la UAI, publicó el sábado pasado en el diario La Tercera está lúcida columna. Basicamente nos viene a recordar la necesidad de entender que libertad es responsabilidad, que la equidad es algo muy distinto a la igualdad y que el Estado está lejos de ser le padre de los ciudadanos. Todos principios básicos que la actual concertación perdió de vista en su afan por conservar el poder.


Adam Smith, el padre de la economía, no sólo hablaba de la mano invisible y de los incentivos en el mercado. En un notable pasaje de su “Teoría de los Sentimientos Morales” (1759) critica a quienes ven la sociedad como un tablero de ajedrez donde pueden mover las piezas a su antojo. En este afán por planificar cada jugada, olvidan que en el gran tablero de la sociedad cada pieza tiene un movimiento propio. La colosal chapucería del Transantiago es un ejemplo muy didáctico de esta aprensión.

Y en su férrea defensa de la propiedad, la libertad individual y la autonomía de cada ciudadano, Smith promovía una institucionalidad que vele por estos principios. Su crítica más aguzada apuntaba a quienes creían saber lo que es mejor para cada ciudadano. Pero era muy pragmático. Quizá de un realismo crudo. Por eso desconfiaba tanto de los políticos como de los empresarios y temía que detrás de aquellas grandes iniciativas para promover el bien común se ocultaran algunos incentivos perversos. La capacidad de un salario mínimo elevado para aumentar el desempleo es un notable ejemplo. En el quintil más pobre de Chile sólo un 34% tiene empleo.

La gran preocupación de Adam Smith era la libertad. Y no se refiere a hacer lo que uno quiera, sino a esa verdadera libertad que va acompañada de “responsabilidad”. Una libertad que, literalmente, nos exige “responder”. Pero en Chile nuevamente nos estamos acostumbrando a que responda el estado.

En el ocaso del gobierno ciudadano, solía criticarse a los agoreros del pesimismo. Pero la verdad es que a medida que transcurre el tiempo, hay cada vez más razones para preocuparse. Cuando el mundo se mueve hacia los principios de la libertad individual y la competencia, nosotros avanzamos hacia un estado de bienestar. En un país donde se confunde la equidad con la igualdad, lo políticamente correcto se convierte en lo correcto. En este escenario los incentivos perversos serían sólo espejismos.

¿Qué sucedió con las promesas respecto a los gobiernos corporativos de nuestras empresas públicas? Aún no se cumplen, y lo más probable es que sean sólo tímidos maquillajes. Tampoco se puede hablar de privatizaciones. No es sólo políticamente incorrecto. Es una herejía. Unos 15 millones de accionistas minoritarios vemos algunas piruetas en el Banco del Estado y contemplamos esa lenta y gradual agonía de Codelco.

Y como nuestra Presidenta no se deja pautear por los opinólogos, los partidos políticos de la Concertación hacen de las suyas. Frente a la crisis de la DC -- para atenuar el impacto de la expulsión de Adolfo Zaldívar, la decisión se tomó de madrugada -- correspondía hacerle un guiño a Soledad Alvear. La que fuera su jefa de gabinete, Marigen Hornkohl, fue nombrada en la cartera de agricultura. Lavados, también cercano al círculo de la Presidenta de la DC, aterrizó en Economía. Ante la preocupante y sostenida decadencia de la DC, todo este cuoteo parece un acto desesperado para retomar el control de un partido que se desangra.

El ex ministro Bitrán tenía algunas deudas políticas. De cara a nuestro Bicentenario, los aires de grandeza de Ricardo el Magnífico, sumado a algunos intereses económicos propios de la zona, ayudaron a sembrar el sueño del puente Chacao. El proyecto era, a todas luces, inviable. Bitrán, ignorando lo políticamente correcto, cometió el error de hacer lo correcto. Pero su gran pecado fue otro: en el MOP había iniciado una gran reforma desde adentro. Esto causó revuelo entre privados y políticos. Así, no encontraron nada mejor que reemplazarlo por el mismísimo presidente de aquel partido inscrito en la ideología de la corrupción.

Sergio Bitar es un conocido felino de nuestra fauna política. Quedó a cargo de un filete de unos 3.000 millones de dólares. Este año son las campañas electorales municipales, y el 2009 tenemos parlamentarias y presidenciales. Podemos esperar más de alguna inauguración para lubricar el engranaje electoral de la Concertación. Dicho sea de paso, el nuevo Ministro ya nos prometió "máxima celeridad" (sic.). Entretanto, políticos de la Concertación y algunos grupos privados, aplauden.

Hace unos cinco meses la Presidenta Bachelet nos confesó que al dejar la Moneda escribiría un libro. Se titularía “No a la Impunidad”. Confidenció que “no será un libro de desilusiones; serán simples ratificaciones de lo que siempre he sabido. La realidad es como es” (sic.). En política, la realidad suele ser cruel. Con los entretelones del inicio de su segundo tiempo, su libro podría ser un best seller.

sábado, 12 de enero de 2008

El blog de las responsabilidades



El 2008 parte con cambios y de los que importan. Ciudadanos y Consumidores se relanza con nuevas fuerzas y vendrá a concentrar todos mis intereses sobre comunicación política. Así, este blog pasa a ocuparse fundamentalmente de una conversación: el proyecto político que une a una pequeña comunidad en apertura y que denominamos la revolución de las responsabiliades.
Inspirados en la tradición liberal clásica y con un potente sentido comunitario, nos lanzamos en un dialogo donde Chile y el nosotros, son los protagonistas. Como señalamos en el artículo La irrupción de las responsabilidades, el valor central que mueve a esta visión es la libertad, en la cual se asume que para enfrentar los problemas sociales hay que involucrar a la sociedad misma y confiar en las personas. Para eso es necesario potenciar las responsabilidades y los deberes de la gente. Es fundamental terminar con la idea de que la única responsabilidad social que deben cumplir los ciudadanos para poder exigir derechos es pagar impuestos. En otras palabras, para solucionar los desafíos pendientes se necesita de la participación de todos los actores sociales.
La formula pasa por sumar a la ecuación mercado+estado a la sociedad en su conjunto. Ahí radica el corazón de la política de las responsabilidades. Y este es su blog.

lunes, 7 de enero de 2008

2008: Ciudadanos y consumidores



Después de unos meses optando por el bajo perfil y reordenando el boliche, reaparece con nuevos bríos Ciudadanos y Consumidores, un espacio para conversar sobre el cruce entre política, comunicación y nuevos medios. Tres notas recomendables:

La Red no es de los partidos

¿Qué tanto deben controlar los partidos políticos los contenidos y debates en sus propios sitios web? Dos columnas: Enrique Dans vs Sergio Rodríguez del diario El Mundo.

Campañas Políticas vía SMS

Los candidatos norteamericanos y una nueva forma de invadir a los electores: directo al celular. Un reportaje de CBS en video.

El arte y la ciencia de los medios sociales

Un e-book descargable de Brian Solis de Social Media Today para entender el fenómeno de las redes sociales.

Además hay otras novedades: C&C en Facebook, un Feevy con columnistas y ahora la colaboración permanente de Carola Pino: un avión. La cosa va en serio. Dense una vuelta.